Con todos los indicadores económicos con las alarmas encendidas, los organismos internacionales alertando del riesgo y algunos grandes países con un pie y medio en la recesión, una nueva crisis económica a la vuelta de la esquina parece haber dejado de ser un fantasma para convertirse en un futuro diseñado. Y así lo perciben también los ciudadanos españoles, según el Barómetro del CIS de este setiembre.

 

Las señales hace tiempo que se zarandean ante los ojos de todo el mundo. La guerra comercial descarnada entre China y EE.UU.; los nubarrones cada vez más negros de la recesión alemana y el estancamiento europeo; y el puñal de un Brexit sin acuerdo rasgando la Unión. Estos, entre otros muchos indicadores “que se están oscureciendo”, según el comisario europeo de Presupuestos y Recursos Humanos, Günther Oettinger, han desembocado en un nuevo miedo a un colapso financiero de una Europa cuya sociedad aún debate haber salido o no de la crisis económica mundial de 2008.

 

 

En España, los ciudadanos proyectan ya ese miedo en las encuestas. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), uno de cada tres españoles considera que la situación económica del país será peor de aquí a un año. Este porcentaje (33%) se sitúa al mismo nivel que las cotas alcanzadas entre 2008 y 2003, en plena recesión económica.

 

Hay que retroceder hasta julio de 2013 para alcanzar un porcentaje ligeramente mayor (33,6%). Si en 2008, la economía española caía en picado arrastrada por la crisis del ladrillo y de las hipotecas, en 2011 empezaba una segunda recesión en el país. En este segundo periodo, donde daba los últimos coletazos el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y empezaba el popular de Mariano Rajoy, se aprobó una dura reforma laboral, el sistema bancario español recibió una inyección de dinero público de 60.718 millones de euros y el país tuvo que recibir un rescate a Europa para no colapsar.

 

 

Los optimistas

Hay el mismo porcentaje de gene que cree que mejorará la economía que en octubre de 2008

 

Algunos economistas situan el final de esta segunda recesión durante el tercer trimestre de 2013 y el INE, en 2014. A nivel de percepción ciudadana, desde mayo de 2013 los españoles empezaron a asumir la mejora de la economía. Poco a poco, la idea de empeoramiento económico disminuye desde el 41,9% hasta el 11,6 alcanzado en diciembre del 2015, cuando el porcentaje de pesimistas logró la cota más baja desde 2007.

 

En el lado opuesto, entre los que piensan que la economía va a estar mejor en septiembre de 2020, para observar un porcentaje igual de bajo (12,4%) hay que retroceder hasta octubre de 2012 y octubre de 2008, puntos álgidos de la crisis y de las dos recesiones que vivió España.