La vivienda en España es un 3% más cara que el año pasado, según los datos de la tasadora Tinsa, pero la subida muestra unos claros signos de frenazo: los precios subían a una tasa del 4,9% interanual en el primer trimestre y del 5,8% en el cuarto de 2018. Más aún, en el último trimestre la subida se ha frenado en la mayor parte de España y los precios han bajado en 28 provincias respecto a los niveles de marzo.

 

El frenazo se ha dejado notar apenas en Madrid (el precio sube un 1,7% en el trimestre), pero con contundencia en Barcelona, donde los precios han bajado un 1,7% respecto al primer trimestre, de forma que solo son un 1,6% más caros que hace un año.

 

 

Tres años

 

El precio medio nacional encadena con este once trimestres consecutivos de incremento

 

“Se observan síntomas de estabilización tanto en precio como en demanda, tras varios años de recuperación sostenida. El nivel general de precios residenciales en España es prácticamente idéntico al del primer trimestre del año. Las ciudades de Madrid y Barcelona, que han protagonizado fuertes y continuadas subidas en los últimos años, disminuyen de manera inequívoca su tendencia alcista”, afirma Rafael Gil, director del Servicio de Estudios de Tinsa, en un comunicado.

 

Tinsa, que estudia los precios de la vivienda terminada, nueva y de segunda mano, destaca que el precio medio en España es ahora de 1.350 euros/metro cuadrado, solo 1 euro más que en el primer trimestre y un 3% más alto que hace un año. El precio medio nacional encadena con este once trimestres consecutivos de incremento. Entre las principales capitales de provincia, sólo Valencia aumentó sus precios por encima del 10% interanual. En otras como Palma de Mallorca, Zaragoza y Sevilla, el incremento supera el 8%, mientras que es del 6,6% en Madrid.

 

Barcelona y Madrid disminuyen su tendencia alcista

 

La frenada de los precios se produce cuando en gran parte de España apenas ha empezado la recuperación inmobiliaria. Así, de media, la vivienda se ha revalorizado en España un 12% desde el mínimo que tocó en la crisis, y se mantiene un 34,1% por debajo de los máximos de 2007. El valor medio de un piso no llega ni a la mitad del máximo que se alcanzó la década pasada en Toledo, Guadalajara, Cuenca, Tarragona y Castellón. En estas provincias la caída acumulada de los precios desde 2007 supera el 50%.

 

 

 

 

FUENTE: LA VANGUARDIA