¿A qué se deben estas previsiones más pesimistas a final de 2018? Principalmente por las expectativas sobre los precios. Entre enero y marzo, el 55% de los encuestados afirmó que los precios se mantendrían, frente al 40% que pensaba que iban a crecer. A partir del segundo trimestre, el intervalo hacia las predicciones de estabilidad volvió a crecer (59%-37%) hacia que los precios se mantendrán.

 

Durante el tercer trimestre, el 'gap' fue aún mayor, y ya solo un 24% de los encuestados comentó que los precios iban a subir, frente al 69% de destacó que los precios se mantendrán.

 

Previsión de caídas de las rentas en el alquiler

Por la parte del alquiler, la encuesta permitió conocer que las previsiones de las agencias inmobiliarias también fueron positivas, acabando 2018 en 61 puntos. Un aprobado que vuelve a ser, como en la compraventa, la expectativa más baja desde que idealista toma los datos.

 

Entre octubre y diciembre, el 43% de los encuestados afirmó que espera captar más viviendas para alquilar, frente al 29% que mantenía la tendencia de meses anteriores. Además, el 44% comentó que espera resolver más alquileres de viviendas que antes, aunque el 32% de las agencias destacó que se mantendrá igual.

 

La pregunta sobre los precios de los alquileres volvió a crear diferencias entre los encuestados. Mientras un 56% destacó que los precios de los alquileres en sus zonas se mantendrán, un 26% cree que subirán mientras un 14% respondió que las rentas bajarán.

 

La evolución de los distintos valores del ESI para el mercado del alquiler deja las previsiones en caída y en mínimos (61), después de comenzar 2018 con 69 puntos en sus seis primeros meses.

 

Una situación que viene encabezada por el vuelco a las expectativas sobre el precio de los arrendamientos. A lo largo del año, los encuestados han reflejado que sus previsiones sobre los alquileres han pasado de subidas a pensar que los precios se van a matener. 

 

En el primer semestre del año, más del 50% de los encuestados afirmó que los arrendamientos iban a seguir creciendo, pero esta tendencia cambió en el tercer trimestre, cuando cayó al 33%, mientras las agencias inmobiliarias que pensaban que los precios se iban a mantener amentó hasta el 56%.