Para ello han contado con el diseño de Sprout Tiny Homes, una compañía estadounidense especializada en “hogares diminutos”Esta empresa, con sede en Colorado, crea casas modulares o para transportar sobre ruedas, y busca la alta calidad y los interiores libres de químicos en sus acabados.

Centrándonos en las personas que ocuparían la casa, esta se puede controlar de muchas maneras: está preparada para hacerlo con teclados instalados en las paredes, dispositivos móviles, pantallas táctiles o la propia voz. Con todo esto se gestionan la luz, las persianas, la temperatura y el audio (hay altavoces instalados), pero también las funciones de seguridad que tiene el conjunto.

La tecnología está por todo el interior de la casa, pero también en el exterior. Control4 y   han creado un sistema llamado ‘Outdoor’ (‘al aire libre’ en español) que consiste en música ambiental que sale del interior de la casa para las actividades al aire libre. De hecho, durante la presentación del prototipo en la reciente Design Construction Week de Las Vegas, el equipo colocó una mesa y unas sillas blancas de plástico, las típicas en las que nos sentaríamos si tomáramos algo en el jardín de nuestra casa.

Por otra parte, cuenta con iluminación exterior, así que entre esto, el sistema de música exterior y las ruedas, se puede transportar a donde sea para hacer una barbacoa al aire libre con amigos. También, si alguien llama al timbre, este envía una señal de vídeo automática a las pantallas táctiles o al televisor.

A la vez que ‘Outdoor’, existe un botón, llamado ‘Away’ que prepara la casa para cuando salgamos de ella: baja el termostato, enciende las luces exteriores, apaga las interiores y cierra las persianas. Estas persianas, por cierto, no se pueden subir y bajar a nuestro gusto en el dormitorio, por lo que ahí tendremos otros botones para realizar esa acción.

Para ser una minicasa, hay muchos botones inteligentes. Además de los ya citados está el llamado ‘Watch Movie’ (‘ver película’, en inglés), que no nos elige la película en Netflix precisamente: en realidad, reduce la iluminación y enciende la televisión para disfrutar de ella.

Tanta tecnología convierte a estos 23 m2 en un paraíso doméstico futurista, pero no es la casa un hogar del futuro como los que nos han mostrado el cine y la televisión. Las paredes son blancas y hay mucha tecnología táctil o de voz, sí, pero el diseño es acogedor, con cojines mullidos en el sofá y madera que recuerda a las viejas casas.