El triángulo es la clave 

El frigorífico, la zona de fuegos y el fregadero deben formar un triángulo, más aún si tu cocina es pequeña. ¿Por qué? La idea es que puedas acceder a todo sin apenas moverte y de manera fácil, reduciendo los desplazamientos por la cocina que, generalmente, solo contribuyen a ensuciarla.

 

 

Cocina en Sevilla. Foto: Pablo Cousinou

Opta por estanterías abiertas en lugar de armarios

¿Por qué? Podrás colocar los platos que usas a diario, algún libro de recetas o el microondas, como en la foto. Reserva una parte de la encimera para otros electrodomésticos pequeños de uso habitual. El resto del espacio úsalo para guardar elementos que no uses cada día. Si esta opción no te convence, lleva los armarios hasta el techo. Conseguirás, al menos, 30 cm más de espacio de almacenaje.

 

 

 

 

Proyecto de Justrich Design

Distribuye en paralelo 

Para cocinas pequeñas esta distribución es cómoda porque reduce las distancias entre la zona de cocinado y almacenaje (generalmente bastará con darse la vuelta). En todo caso, piensa en dejar una pared más libre, sin armarios altos, para evitar la sensación de túnel y de pesadez visual.