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Características
Los esmaltes son aquellas pinturas que ofrecen una excelente adherencia y un acabado más duro y elástico que otras pinturas. 
 
Hay esmaltes a base de agua y esmaltes a base de aceite:
 
- Los esmaltes a base de aceite (esmaltes sintéticos) dan un acabado más brillante. Se limpian con aguarrás o disolvente. Se secan rápidamente, aunque con el tiempo pueden amarillear como consecuencia del disolvente. Resisten la humedad y se usan en lugares de la casa con alto tráfico (cocina y baños). También recomendados para puertas y marcos de ventanas.
 
- Los esmaltes a base de agua (esmaltes acrílicos) no dan un acabado excesivamente brillante. Resisten las manchas y son lavables, basta con limpiar con agua y jabón. Se secan más lentamente que los anteriores, pero en cambio no amarillean. Al no contener disolventes huelen menos y son más respetuosos con el medio ambiente.
¿Sobre qué superficie puedo aplicar el esmalte?
Los esmaltes específicos para azulejos y muebles pueden aplicarse sobre diversos materiales: azulejos de gres, cerámica, loza… ya sean del baño, la cocina u otras estancias de interior. Lo importante es limpiar y desengrasar perfectamente la superficie.
 
Los esmaltes para muebles se pueden utilizar sobre melamina, aglomerados o incluso madera maciza. Para encimeras enceradas es necesario lijar previamente la madera y desengrasar la superficie con un trapo empapado en acetona.
 
Además permiten que se coloquen sobre él otros elementos decorativos como stickers, cenefas o cualquier dibujo hecho con plantillas.
Ventajas de los esmaltes para azulejos y muebles
- Son lavables. 
 
- Soportan la humedad.
 
- Se aplican directamente sobre la superficie, no necesitan una capa previa de imprimación.
 
- Ofrecen un acabado uniforme sin marcas de rodillo o brocha. 
 
- Ofrecen una amplia gama de colores. Además, se pueden mezclar entre sí para crear tonalidades nuevas.
 
-Ofrecen un acabado satinado, aunque para conseguir un acabado mate o brillante (lacado) y mejorar la resistencia puedes aplicar un protector específico para este tipo de esmaltes.
¿Cómo y dónde aplicar el esmalte?
 
ANTES DE EMPEZAR A PINTAR con esmalte debes tener en cuenta que:
 
- La superficie sobre la que se va a aplicar el esmalte tiene que estar perfectamente limpia y desengrasada, basta con agua y jabón y, en el caso de los azulejos, hay que prestar especial atención en las juntas. En el caso de encimeras enceradas o aceitadas hay que lijar previamente la madera y desengrasar la superficie con un trapo empapado en acetona. Para terminar la preparación, la superficie debe estar bien seca. 
 
- El lugar donde realices la tarea debe estar bien ventilado.
 
- Lee con atención y sigue las instrucciones del fabricante respecto a la aplicación y condiciones de secado del esmalte. Necesitan más tiempo de secado que las pinturas plásticas. La máxima resistencia se consigue ya pasadas las 48 horas. 
 
A diferencia de otro tipo de pinturas, estos esmaltes no necesitan una capa de imprimación previa sino que se aplican directamente sobre la superficie a pintar.
 
El modo de PINTAR con esmalte es muy sencillo. Solo tienes que diluir el esmalte en agua (si es acrílico) o en aguarrás o disolvente (si es sintético). A continuación, aplicar con pincel o brocha (ideal para superficies con molduras, como los muebles de la cocina, para poder llegar a los rincones), rodillo (preferible para superficies grandes porque ahorra tiempo y mejora el acabado) o pistola. 
 
Recuerda respetar el tiempo de secado recomendado por el fabricante entre una mano y otra de pintura. 
 
DESPUÉS DE PINTAR. Puedes aplicar un protector que mejore la resistencia de la pintura y que dé un acabado lacado o mate. El intervalo de tiempo que debes esperar entre la aplicación del esmalte y del protector no debe superar las 48 h para conseguir una buena adherencia.
 
Pasados los tiempos de secado indicados por el fabricante ya se puede usar la cocina y el baño con normalidad. A partir de entonces debes limpiar los azulejos con una esponja húmeda y jabón. No usar productos abrasivos, ni corrosivos como lejía, sosa, etc.
 

Compartir: Facebook Twitter Google + Menéame.net 30 de abril del 2018