Líneas limpias

 

Se recomienda que abandones el denominado estilo Shaker. Se trata de esos muebles muy útiles y amplios, sí, pero que parecen sacados de algún convento religioso. " Se pusieron de moda en los 90 pero la mejor opción hoy es poner armarios de panel plano con el mínimo de adornos.

 

Mobiliario negro

 

El negro (que no es un color como tal) es el de la elegancia por excelencia, y para Rebecca Van't Hull, de Martha O'Hara Interiors, "es el nuevo blanco en las cocinas".  Las tonalidades más atrevidas y oscuras marcarán, sin lugar a dudas, tendencia este año. De la misma forma, otras opciones son el azul marino o el verde oscuro.

 

Paredes neutrales

 

Aunque vayamos a oscurecer los paneles de los muebles de la cocina eso no significa que a las paredes le debamos hacer lo mismo. O, al menos, eso dice Van't Hull. "Todavía vemos un montón de blancos brillantes como en tonos algo más cálidos", sin olvidar las tonalidades beige. Van't Hull dice que uno de sus productos básicos es el tono Dovetail White de Benjamin Moore.

 

Menos colgantes

 

Fowlkes opina que cuanto menos elementos cuelgen en la cocina, menos desorden habrá en un sitio que debe prevalecer la higiene y la armonía. Por eso, opta por una iluminación empotrada, como en la isla o los muebles, para así dejar el techo despejado.

 

Menos es más

 

Varios decoradores coinciden en que cuanto menos elementos a la vista, mejor. Los tiradores integrados en los muebles de la cocina, por ejemplo, son cada vez más comunes. Y todos los pequeños electrodomésticos, mejor recogidos.

 

Un toque de latón

 

Van't Hull espera que la tendencia de incorporar latón pulido se mantenga durante este 2018. Este toque de color dorado viejo, algo industrial, se verá en los tiradores (si optas por dejarlos a la vista), algunos accesorios o en la grifería. Y combinará tanto con mobiliario oscuro como claro. 

 

La funcionalidad a la orden del día

 

Las cocinas no serán más completas porque haya más elementos a la vista. Podemos reducir elementos y electrodomésticos que realmente no serán prácticos en nuestro día a día, más allá de un domingo por la mañana para hacer 'pancackes'.