Con este nuevo descenso, el euríbor acumula ya cerca de un año y medio por debajo del 0% y los expertos dan por hecho que podría mantenerse en terreno negativo al menos hasta la próxima primavera.

El principal motivo es que el Banco Central Europeo (BCE) mantiene activas sus políticas monetarias ultraexpansivas. De momento, el precio del dinero sigue en el 0,0%, el organismo está comprando cada mes unos 60.000 millones de euros en deuda pública y privada y los bancos deben pagar un interés del 0,4% por dejar su excedente de liquidez en las arcas de la autoridad monetaria, en vez de usarlo para prestar a familias y empresas.

El hecho de que el euríbor a 12 meses siga pulverizando nuevos mínimos supone que el mercado no espera una subida del precio del dinero en el próximo año. Una visión que coincide con las previsiones de los analistas, que aplazan cualquier movimiento del BCE sobre los tipos de interés hasta, como mínimo, finales de 2018. 

En su última reunión mensual, el guardián del euro siguió apostando por dejar estables sus políticas para sostener la recuperación económica en la eurozona y acercar la inflación al objetivo del BCE: esto es, cerca del 2%, pero por debajo de dicho nivel. Así, aplazó cualquier decisión hasta el mes de septiembre. 

Los analistas creen que la primera medida que tomará el organismo será la reducción del programa de compra de deuda, y después llegará una subida de tipos que previsiblemente será muy gradual. Antes que se produzca dicho incremento, y dada la correlación entre el precio del dinero y el euríbor a 12 meses, el indicador debería retomar su tendencia y girar al alza.