VENTANAS :  La mejor solución para intentar proteger nuestra casa, tanto del frío como del calor, es aislarla. Las ventanas, en esto, tienen mucho que decir; y es que unas buenas ventanas, instaladas correctamente, podrían suponer un ahorro energético de hasta el 50% en la factura mensual de suministros.  Aunque hay varios materiales, como el aluminio o la madera, las ventanas de PVC son las que mejor aislamiento térmico ofrecen. 

 

Precio: cambiarlas en una vivienda y colocar ventanas de PVC de medidas estándar podría rondar los 3.000 euros.

 

SUELO :  El suelo de la vivienda es otro de esos elementos que, además de aportar un cambio estético más que evidente, nos ayudará a aumentar el aislamiento de la misma. Hay muchísimos materiales, algunos más aislantes que otros. Los suelos laminados, por ejemplo, cuentan con un precio bastante asequible. No necesitan retirar el pavimento anterior. Además, entre el viejo suelo y las lamas nuevas se coloca un aislante que proporciona un gran confort térmico y ayuda en el ahorro energético, tanto en invierno como en verano.

 

Precio: varían dependiendo de los modelos y los acabados, así como los metros de cada casa. Colocar suelo laminado en una vivienda de 90 m² rondaría los 4.000 euros.

 

SUELO RADIANTE :  Aunque ahora pueda dar pereza plantárselo (¡qué calor!), en las zonas más frías, el suelo radiante es, sin lugar a dudas, uno de los mayores adelantos en temas de calefacción. Se trata de un sistema de tubos que se instalan bajo el pavimento. Por estos tubos circulará agua caliente que hará que la temperatura del pavimento sea mucho más agradable en invierno.  Es un suelo más caro, pero si resides en una zona geográfica fría, puede ser muy recomendable. 

 

Precio: instalar suelo radiante en 60 m rondaría los 4.000 euros.